lunes, 28 de enero de 2013

LOS NIÑOS Y LA LECTURA.




NUESTROS HIJOS TIENEN QUE LEER MUCHO MÁS.
Desde la escuela, siempre se ha hecho hincapié en la importancia de que los niños lean, que les guste leer y que se cree un ambiente idóneo para ello.
Con este extracto, de un artículo muy interesante, de la profesora de Ciencias de la Educación de la UB Ana Díaz-Plaja Taboada ( Extraído de www.solohijos.com) , quiero que hagamos una reflexión sobre este tema.
“ La animación a la lectura difícilmente se consigue por imposición. Se obtiene a través de un tratamiento positivo, obrando indirectamente para que se cree un clima favorable a la lectura. Hay quien dice que la afición de leer actúa por contagio: por contagio de unas actitudes, de un ambiente o de una oferta creada en su entorno para que se desarrolle este beneficioso "virus". Muchas veces las aficiones y los gustos están más ligados a la afectividad que a la efectividad. Más próximo a la persuasión que de la obligación. Se trata de conseguir que el hábito nazca de los propios niños, de crear las condiciones favorables para que surja de ellos el deseo de leer, y de seguir leyendo. 
He aquí unas cuantas líneas de actuación interesantes:
  • La primera: Crear en casa un ambiente de lectura. Ver al padre o a la madre con un libro o un periódico en las manos se convierte en una referencia importante del propio comportamiento. Supone además que en la familia hay ratos dedicados a la lectura a los que los hijos se pueden sumar.

  • La segunda: Hablar sobre libros. Oír cómo se comenta el interés -o incluso el aburrimiento, por qué no- que suscita la novela que tienes entre manos prolonga la actividad lectora; se crea una transmisión de saberes y de comunicación muy importante para cimentar el gusto lector.

  • La tercera: Leer los libros apropiados para tu hijo. Acercarse a la inmensa oferta actual de libros infantiles y compartirlos con los hijos va a suponer para muchos padres el descubrimiento de una literatura rica y variada, que proporciona momentos de conversación e intercambio con los niños.
  • La cuarta: Buscar entre esta oferta temas que conecten con sus aficiones. Hay libros infantiles sobre muchos campos y dirigidos a mentalidades y edades muy variadas. No hay duda de que sobre lo que le gusta a tu hijo hay también títulos interesantes que le pueden atrapar.

  • La quinta: Convertir la tele en una aliada, no en un enemigo. Si la pequeña pantalla es lo que realmente le engancha, hay que fijarse en sus programas y películas preferidos y tratar de buscar libros relacionados con su pasión. Tenemos ya garantizado un mínimo de interés.

  • La sexta: Conocer la biblioteca pública del barrio. Los fondos de la sección infantil y juvenil de las bibliotecas públicas ofrecen muchos más libros de los que se puedan comprar en casa. Suelen celebrarse además actividades de animación a la lectura y encuentros con otros lectores.

  • La séptima: Incluir en las salidas de compras una vuelta por una buena librería. Aunque no se compre nada, es bueno ver las novedades que han aparecido, o qué hay sobre un autor o un tema que le interesó.

  • La octava: Tratar de averiguar qué tipo de lector es nuestro hijo y respetar sus ritmos. Hay lectores compulsivos, que no paran hasta que hayan terminado el libro. Los hay, en cambio, calmosos. Hay lectores a quienes les gusta releer el mismo libro y los hay ávidos de novedades. Los hay noctámbulos y diurnos. Darle un margen a su manera de leer contribuye a consolidar el hábito.

  • La novena: No empeñarse en que le guste lo mismo que a sus padres. Hay que recordar que se está forjando su gusto por la lectura, no el de papá y mamá. Y hay que saber esperar para dar los libros adecuados en el momento oportuno.
Para terminar, el consejo más importante: no hay que impacientarse si vemos que estas estrategias no funcionan a la primera. Justamente porque actúan de manera indirecta, cuesta a veces que arraiguen desde el primer momento. A base de tantear, de descubrir sus aficiones y sus inquietudes se puede ir marcando la línea por la que desarrollar este hábito de manera efectiva, y, sobre todo, afectiva.”


¿Somos una familia comprometida con la lectura?

Encuesta sobre los hábitos de lectura.



UNA FAMILIA LECTORA
NO
1
Anima a la lectura incluso antes de que su hija/o aprenda a leer.



2
Cuenta cuentos a sus hijos/as, les recita rimas y poesías y se las lee en voz alta.



3
Da ejemplo leyendo libros, revistas, periódicos y transmite a sus hijas/os conductas lectoras.



4
Acompaña a sus hijos/as a visitar exposiciones. Asiste a funciones de títeres o teatro y a otros espectáculos culturales para ir afinando la sensibilidad y la imaginación de sus pequeños.



5
Comparte y comenta las lecturas de sus hijas/os.



6
Acompaña a sus hijos/as a los lugares donde están los libros –librerías y bibliotecas- para mirarlos y seleccionarlos juntos y les anima a acudir a la biblioteca .



7
Fomenta y cuida la biblioteca familiar o personal y destina en su casa un espacio adecuado para ella.



8
Aprecia y lee, con sus hijos/as las publicaciones que se hacen en el colegio.


9
Comprende que la compra de un libro no es algo excepcional y que en las fechas señaladas como cumpleaños, reyes, etc. No debe faltar.



10
No está obsesionado con que sus hijas/os lean por encima de todas las cosas y comparte con ellos programas de televisión, películas de vídeo, juegos virtuales, etc.




Ahora cuenta todos los “Sí”
Total:
Si habéis tenido más de 5 respuestas afirmativas seguid así.
Si habéis tenido menos de 5 respuestas afirmativas intentad cumplir alguna de nuestras
recomendaciones. Suerte.
Fuente: Seminario de Bibliotecas Escolares del Colegio Público “San Francisco Javier” de Elizondo. Materiales de la colección
Blitz. Ratón de Biblioteca del Gobierno de Navarra, 2002.


QUÉ PODEMOS SUGERIR PARA LEER?
Aquí algunas pautas para seleccionar materiales adecuados según edades.
ETAPA MATERNAL:  Imágenes rítmicas, muy coloridas, reiteraciones de hechos que faciliten la identificación de situaciones y personajes conocidos, juegos creativos, resolución de situaciones problemáticas…
ETAPA INFANTIL:  (desde 4 años) A los anteriores podemos agregar libros que permitan explorar o profundizar la elemental noción de los niños acerca de personas, hechos y cosas diversas. 
1ra ETAPA ESCOLAR (desde los 6 años):   Juegos de opuestos, dramatizaciones, juegos basados en situaciones reales, libros de viajes, de altruismo, de aventuras, crónicas y testimonios de fácil comprensión…
2da ETAPA ESCOLAR (desde los 9 años):  Historias de animales, biografías de grandes hombres, libros de viajes, de altruismo, de aventuras, crónicas y testimonios de fácil comprensión…
SECUNDARIA (desde los 12 años)  Viajes de aventuras, descubrimientos, poemas de amor, situaciones de enfrentamiento que llegan a resolverse, trozos o  historias que ayuden a la comprensión de hechos reales de cambiar y crecer, historias de contenidos afectivos, de valores…
(Fuente consultada:   Boletín ALIJA)