Desde la escuela, siempre se ha hecho hincapié en la importancia de que
los niños lean, que les guste leer y que se cree un ambiente idóneo para ello.
Con este extracto, de un artículo muy interesante,
de la profesora
de Ciencias de la Educación
de la UB Ana
Díaz-Plaja Taboada ( Extraído de www.solohijos.com)
, quiero que hagamos una reflexión sobre este tema.
“ La animación a la
lectura difícilmente se consigue por imposición. Se obtiene a través de un
tratamiento positivo, obrando indirectamente para que se cree un clima
favorable a la lectura. Hay quien dice que la afición de leer actúa por
contagio: por contagio de unas actitudes, de un ambiente o de una oferta
creada en su entorno para que se desarrolle este beneficioso "virus".
Muchas veces las aficiones y los gustos están más ligados a la afectividad
que a la efectividad. Más próximo a la persuasión que de la obligación. Se
trata de conseguir que el hábito nazca de los propios niños, de crear las
condiciones favorables para que surja de ellos el deseo de leer, y de seguir
leyendo.
He aquí unas cuantas líneas de actuación interesantes:
- La primera: Crear en casa un
ambiente de lectura. Ver al padre o a la madre con un libro o un periódico en las
manos se convierte en una referencia importante del propio comportamiento.
Supone además que en la familia hay ratos dedicados a la lectura a los que
los hijos se pueden sumar.
- La segunda: Hablar sobre
libros. Oír
cómo se comenta el interés -o incluso el aburrimiento, por qué no- que
suscita la novela que tienes entre manos prolonga la actividad lectora; se
crea una transmisión de saberes y de comunicación muy importante para
cimentar el gusto lector.
- La tercera: Leer los libros apropiados para tu hijo. Acercarse a la inmensa oferta actual de libros infantiles y compartirlos con los hijos va a suponer para muchos padres el descubrimiento de una literatura rica y variada, que proporciona momentos de conversación e intercambio con los niños.
- La cuarta: Buscar entre esta
oferta temas que conecten con sus aficiones. Hay libros infantiles sobre
muchos campos y dirigidos a mentalidades y edades muy variadas. No hay
duda de que sobre lo que le gusta a tu hijo hay también títulos
interesantes que le pueden atrapar.
- La quinta: Convertir la tele
en una aliada, no en un enemigo. Si la pequeña pantalla es lo que realmente le
engancha, hay que fijarse en sus programas y películas preferidos y tratar
de buscar libros relacionados con su pasión. Tenemos ya garantizado un
mínimo de interés.
- La sexta: Conocer la
biblioteca pública del barrio. Los fondos de la sección infantil y juvenil de las
bibliotecas públicas ofrecen muchos más libros de los que se puedan
comprar en casa. Suelen celebrarse además actividades de animación a la
lectura y encuentros con otros lectores.
- La séptima: Incluir en las
salidas de compras una vuelta por una buena librería. Aunque no se compre nada, es
bueno ver las novedades que han aparecido, o qué hay sobre un autor o un
tema que le interesó.
- La octava: Tratar de averiguar
qué tipo de lector es nuestro hijo y respetar sus ritmos. Hay lectores compulsivos, que
no paran hasta que hayan terminado el libro. Los hay, en cambio, calmosos.
Hay lectores a quienes les gusta releer el mismo libro y los hay ávidos de
novedades. Los hay noctámbulos y diurnos. Darle un margen a su manera de
leer contribuye a consolidar el hábito.
- La novena: No empeñarse en que le guste lo mismo que a sus padres. Hay que recordar que se está forjando su gusto por la lectura, no el de papá y mamá. Y hay que saber esperar para dar los libros adecuados en el momento oportuno.
Para terminar, el
consejo más importante: no hay que impacientarse si vemos que estas
estrategias no funcionan a la primera. Justamente porque actúan de manera
indirecta, cuesta a veces que arraiguen desde el primer momento. A base de
tantear, de descubrir sus aficiones y sus inquietudes se puede ir marcando la
línea por la que desarrollar este hábito de manera efectiva, y, sobre todo,
afectiva.”
¿Somos una
familia comprometida con la lectura?
Encuesta sobre los hábitos de lectura.
UNA FAMILIA LECTORA
|
SÍ
|
NO
|
|
1
|
Anima
a la lectura incluso antes de que su hija/o aprenda a leer.
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2
|
Cuenta
cuentos a sus hijos/as, les recita rimas y poesías y se las lee en voz
alta.
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3
|
Da
ejemplo leyendo libros, revistas, periódicos y transmite a sus hijas/os conductas
lectoras.
|
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4
|
Acompaña
a sus hijos/as a visitar exposiciones. Asiste a funciones de títeres o teatro
y a otros espectáculos culturales para ir afinando la sensibilidad y la imaginación
de sus pequeños.
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||
5
|
Comparte
y comenta las lecturas de sus hijas/os.
|
||
6
|
Acompaña
a sus hijos/as a los lugares donde están los libros –librerías y bibliotecas-
para mirarlos y seleccionarlos juntos y les anima a acudir a la biblioteca .
|
||
7
|
Fomenta
y cuida la biblioteca familiar o personal y destina en su casa un espacio
adecuado para ella.
|
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8
|
Aprecia
y lee, con sus hijos/as las publicaciones que se hacen en el colegio.
|
||
9
|
Comprende
que la compra de un libro no es algo excepcional y que en
las fechas señaladas como cumpleaños, reyes, etc. No debe faltar.
|
||
10
|
No
está obsesionado con que sus hijas/os lean por encima de todas las cosas y
comparte con ellos programas de televisión, películas de vídeo, juegos
virtuales, etc.
|
Ahora
cuenta todos los “Sí”
Total:
Si
habéis tenido más de 5 respuestas afirmativas seguid así.
Si
habéis tenido menos de 5 respuestas afirmativas intentad cumplir alguna
de nuestras
recomendaciones.
Suerte.
Fuente:
Seminario de Bibliotecas Escolares del Colegio Público “San Francisco Javier”
de Elizondo. Materiales de la colección
Blitz.
Ratón de Biblioteca del Gobierno de Navarra, 2002.
QUÉ PODEMOS SUGERIR PARA LEER?
Aquí
algunas pautas para seleccionar materiales adecuados según edades.
ETAPA MATERNAL: Imágenes rítmicas, muy coloridas, reiteraciones de hechos que
faciliten la identificación de situaciones y personajes conocidos, juegos
creativos, resolución de situaciones problemáticas…
ETAPA INFANTIL:
(desde 4 años) A los anteriores podemos agregar libros que permitan
explorar o profundizar la elemental noción de los niños acerca de personas,
hechos y cosas diversas.
1ra ETAPA ESCOLAR (desde los 6 años):
Juegos de opuestos, dramatizaciones, juegos basados en situaciones
reales, libros de viajes, de altruismo, de aventuras, crónicas y testimonios de
fácil comprensión…
2da ETAPA ESCOLAR (desde los 9 años): Historias
de animales, biografías de grandes hombres, libros de viajes, de altruismo, de
aventuras, crónicas y testimonios de fácil comprensión…
SECUNDARIA (desde los 12 años) Viajes de aventuras, descubrimientos, poemas
de amor, situaciones de enfrentamiento que llegan a resolverse, trozos o historias que ayuden a la comprensión de
hechos reales de cambiar y crecer, historias de contenidos afectivos, de
valores…
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